El 3 de julio de 1998, Central New York perdió a una de sus mayores defensoras, Dorothy Crouse Witherill. Se preocupaba mucho por la comunidad de Siracusa y apoyaba a instituciones y organizaciones relacionadas con la educación, los servicios humanos y las artes. Su testamento preveía un legado sin restricciones para crear este fondo permanente que proporciona donaciones anuales a la Universidad de Siracusa como recuerdo de su generosidad.