Una querida amiga de Gail M. Mcintyre, que sabía lo fervientemente que creía en la importancia de fortalecer y apoyar a la comunidad, estableció este fondo en su honor como regalo de cumpleaños. Gail adoptó este fondo y ahora disfruta compartiendo la experiencia con su hijo. Gail y su hijo tienen previsto conceder subvenciones a organizaciones que hagan hincapié en la colaboración y la innovación, sobre todo en relación con los servicios de la red de seguridad. El mayor deseo de Gail para el fondo sería que animara a otras personas también interesadas en la filantropía comunitaria a retribuir.