En vida, “Toto” Hosmer de Cazenovia fue una auténtica filántropa y mecenas de las artes. Tras su muerte en 1981, su testamento estableció este fondo permanente. Las subvenciones se conceden a sus causas benéficas favoritas.
En vida, “Toto” Hosmer de Cazenovia fue una auténtica filántropa y mecenas de las artes. Tras su muerte en 1981, su testamento estableció este fondo permanente. Las subvenciones se conceden a sus causas benéficas favoritas.