Aunque no tenía estudios superiores formales, Mary Thorpe creía que las oportunidades educativas eran el camino a seguir en el mundo actual. Mary y su hermano, William, centraron su labor benéfica en apoyar las aspiraciones educativas de los residentes del centro de Nueva York. Los fideicomisarios de su patrimonio reservaron una parte del Fondo Benéfico William & Mary L. Thorpe para establecer esta dotación permanente para los estudiantes del programa Di Sí Siracusa.